La baraja española es una de las más populares y utilizadas en España y otros países de habla hispana. Muchos juegos de cartas se juegan con este tipo de baraja, que cuenta con un total de 40 cartas. La baraja española se compone de cuatro palos: copas, espadas, oros y bastos. Cada palo tiene 10 cartas numeradas del 1 al 7 y tres figuras: sota, caballo y rey. Sin embargo, a diferencia de otras barajas, no incluye los números 8 ni 9. Así, en total, una baraja española tiene 40 cartas. Cada palo cuenta con un total de 10 cartas: 7 números y 3 figuras. Esto hace que la baraja española sea perfecta para una variedad de juegos de cartas como el mus, el tute, el chinchón y el cinquillo, entre otros. Cada carta de la baraja española tiene su propio valor y función en los distintos juegos. Por ejemplo, en el mus, las cartas numeradas tienen su valor numérico, mientras que las figuras valen 10 puntos cada una. En el tute, las figuras también tienen un valor específico y se utilizan para ganar los diferentes trucos del juego. Además de su funcionalidad en los juegos de cartas, la baraja española también se utiliza para realizar trucos de magia, como el famoso truco de las cartas que desaparecen o cambian de lugar. La versatilidad de esta baraja la convierte en una herramienta imprescindible tanto para los amantes de los juegos de mesa como para los magos. En resumen, una baraja española tiene un total de 40 cartas, distribuidas en cuatro palos con 10 cartas cada uno. Esta baraja es ampliamente utilizada en España y en otros países hispanohablantes, tanto para jugar diversos juegos de cartas como para realizar trucos de magia.